HARIEL pertenece al Coro de los Querubines, a las órdenes de RAZIEL.
Domicilio: De 10º a 15º de Géminis.
Es el ángel custodio de las personas nacidas del 1 de junio al 5 de junio.
Las fechas en las que se puede obtener un mejor contacto son: del 1/6 al 5/6, del 13/8 al 17/8, del 25/10 al 29/10, del 6/1 al 10/1 y del 20/3 al 23/3.
La persona nacida bajo su influencia tendrá sentimientos religiosos y se distinguirá por la pureza de sus costumbres. Hará descubrimientos útiles y trabajará en los nuevos métodos. Tendrá dominio sobre las ciencias y las artes. Si desaprovecha esta influencia puede caer en disputas religiosas y propagar sectas peligrosas.
Lo que puede obtenerse de HARIEL:
Purificación y claridad, amor que combate los padecimientos de todo tipo, sabiduría, amor altruista, desinterés por lo material, poderes de intuición y lucidez, comprensión de los hechos. Una mejor armonía entre los deseos y los pensamientos. La exaltación de los sentimientos religiosos y el retorno a Dios.
ATRIBUTO: DIOS CREADOR. Pero el Eterno es mi retiro. Mi Dios es la roca de mi refugio. (Et factus est mibi Dominus in refugium: et Deus meus in adjutorium spei mea.)
HARIEL EXHORTA:
El Eterno me ha dado potestad para que conciliara
los intereses de tu mente con los de tus sentimientos.
Quiero, peregrino, que seas en mi nombre,
el que hace convergentes dos mundos opuestos;
el que integre en un todo armonioso la razón y los deseos.
Si cumples mi mandato,
si eres fiel intérprete de mis poderes,
Yo abriré tu espíritu al deslumbrante mundo del Reish (el comienzo, el principio),
a ese universo oculto donde las tinieblas se hacen luz,
y serás con tus propios ojos y comprenderás con tu razón
cómo los hombres generan su destino
en su eterno vagar por la materia.
Eres portador, peregrino, de un raro privilegio
y por ello debes medir tus palabras,
a fin de que tus labios expresen siempre
esa doble verdad emotiva y razonable
que hace coherentes y comprensibles todas las cosas.
ORACIÓN A HARIEL:
Límpiame, Señor, mi cuerpo de Deseos,
a fin de que mi boca sólo exprese palabras gratas;
dame, HARIEL, fuerza y valor para enfrentarme con mi destino,
cambiando en bien el mal que hice.
Pon Luz en mi mente, Señor HARIEL,
para que, a través de mi verbo, puedan reconciliarse
esos eternos enemigos que son el corazón y la cabeza.
Que mi verdad, Señor, sea siempre Tu Verdad;
que mis convicciones no se aparten de la Ley cósmica;
que mi arte exprese de algún modo tu celeste armonía;
que mi técnica y mi trabajo humano
sirvan para hacer más evidente y diáfana tu obra.
Haz de mi, señor HARIEL, una puerta abierta
para que ateos e impíos puedan descubrirte y amarte.
Ilumina mi camino y guiarme siempre
ResponderEliminarAmen