ANGEL MEHIEL: Pertenece al Coro de los ARCÁNGELES, a las órdenes de MIGUEL.
Domicilio: De 15º a 20º de ACUARIO.
Es el ángel custodio de las personas nacidas del 5 de febrero al 9 de febrero.
Las fechas en las que se puede obtener un mejor contacto son: del 5/2 al 9/2, del 18/4 al 22/4, del 30/6 al 4/7 del 11/9 al 15/9 y del 23/11 al 27/11.
MEHIEL . La persona nacida bajo su influencia tendrá facilidad para la oratoria y para la sabiduría. Pueden ser escritores, oradores, vendedores de libros. Se distinguirá en la literatura.
Lo que se puede obtener de MEHIEL:
Protección ante el asalto de los instintos.
Inspiración para escribir libros, guiones, piezas oratorias y facilidad para difundirlas.
Conseguir fama en la literatura.
Triunfo en negocios de imprenta y librería.
Protección contra la influencia de los falsos sabios.
ATRIBUTO: DIOS QUE VIVIFICA TODAS LAS COSAS.
He aquí, que el ojo del Eterno se posa sobre los que temen y sobre los que esperan de su bondad.
MEHIEL EXHORTA:
El Eterno me ha situado en esta parte de los cielos
para inspirarte, peregrino,
nuevas formas de vida.
La materia se desgasta con el servicio
y es preciso que, constantemente,
nuevas formas desciendan del mundo de la mente.
En ti he atado el pensamiento a la emoción;
el brazo izquierdo al derecho,
de manera que las obras que salgan de ti
no vayan destinadas a unos o a otros, sino a todos.
No traiciones a una parte de mi mensaje
siendo un intelecto frío o un líder de masas exaltado,
a través de ti, todos han de ver la armonía del universo;
han de sentir los contrastes,
han de percibir los matices.
De nada me serviría tu talento si tu único objetivo
fuera ser un hombre célebre.
ORACIÓN A MEHIEL
MEHIEL, Espero de ti, Señor, que utilices mi talento
para instruir a los hombres
sobre las verdades eternas.
Las facultades que con el vivir he adquirido,
pongo, Señor, a tu disposición
para que vivifiques con ellas a los que duermen.
No abrigo otra ambición
que la de transmitir a mis hermanos
las bellezas de tu universo.
No es una tarea fácil
y sólo podré llevarla a cabo
si tú, Señor, me prestas tu inspiración.
Abro mi corazón y mi mente a tu soplo;
transítame, penétrame,
pon en ellos tu divina simiente.
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