62. ANGEL IAH-HEL

ANGEL IAH-HEL: Pertenece al Coro de los ARCÁNGELES, a las órdenes de MIGUEL.

Domicilio: De 5º a 10º de ACUARIO.

Es el ángel custodio de las personas nacidas del 26 de enero al 30 de enero.

Las fechas en las que se puede obtener un mejor contacto son: del 26/1 al 30/1, del 8/4 al 12/4, del  20/6 al 24/6 del 1/9 al 5/9 y del 13/11 al 17/11.

IAH-HEL . La persona nacida bajo su influencia será amante de la tranquilidad y de la soledad. Cumplirá con sus obligaciones y se distinguirá por su modestia y sus virtudes.

Lo que se puede obtener de IAH-HEL:

Deseo de saber, y la sabiduría consistente en la evidencia interna de la verdad.

Ayuda a los que quieren retirarse del mundo para filosofar y buscar la luz.

Al buen entendimiento entre cónyuges.

Procura la tranquilidad y la soledad, después de haber cumplido con las obligaciones mundanas.

ATRIBUTO: SER SUPREMO.

Ved, Señor, cuánto amo tus preceptos. Según tu promesa, dame la vida.

IAH-HEL EXHORTA:

Soy portador de ideas muy simples

y de un corazón sensible al palpitar

de los doce elementos fundamentales.

Si eres modesto y virtuoso comprenderás mi lenguaje

y encontrarás en mí el orden natural de todas las cosas.

Has de saber, peregrino, que todo nació de la idea, 

que todo encontró su fecundidad en el sentimiento;

que uno y otro, unidos, forman el nudo de la Creación.

En tu masculinidad está la simiente de todo cuanto existe,

y en tu feminidad está la tierra en la que todo puede crecer.

No busques otra verdad más allá de ti mismo.

Toda la verdad está contenida en ti,

y es en ti mismo que debes encontrarla.

Busca en el calendario las fechas

en que plantar las distintas semillas,

porque todo está sujeto  a un orden

y nada puede florecer antes de tiempo.

Descubre este orden y de ti nacerá todo un universo.

ORACIÓN A IAH-HEL

IAH-HEL, Vivifícame, Señor.

Haz que las corrientes de tu pensamiento

circulen por mi cerebro, regenerándolo.

Haz que los latidos de tu corazón

se sincronicen con los míos.

Que mi gesto sea tu gesto,

que mi palabra sea tu palabra.

Haz que en mí lo masculino y lo femenino

ocupen sus puestos respectivos

y no permitas que una imaginación exaltada

me lleve a ambicionar otro lujo que el de comprender

la maravillosa máquina del mundo que el Eterno creó.

Búscame, Señor, un lugar en el que pueda exaltarte y celebrarte

y desde el que sea posible

mantener contigo la permanente conexión.