52. ÁNGEL IMAMIAH

ANGEL IMAMIAH: Pertenece al Coro de los PRINCIPADOS, a las órdenes de HANIEL.

Domicilio: De 15º a 20º de SAGITARIO.

Es el ángel custodio de las personas nacidas del 8 de diciembre al 12 de diciembre.

Las fechas en las que se puede obtener un mejor contacto son: del 8/12 al 12/12, del 19/2 al 23/2, del 2/5 al 6/5 del 14/7 al 18/7 y del 25/9 al 29/9.

IMAMIAH . La persona nacida bajo su influencia tendrá un temperamento fuerte y vigoroso; soportará las adversidades con mucha paciencia y coraje; le gustará el trabajo y ejecutará todo lo que quiera con facilidad.

Lo que se puede obtener de IMAMIAH: 

Superación de las dificultades.

Destruir el poder de los enemigos.

Protección en los viajes.

Protección para los prisioneros, inspirándoles los medios para obtener la libertad.

Protege a los que buscan la verdad, haciendo que descubran sus errores.

Evita caer en la grosería, la maldad y el orgullo.

ATRIBUTO: DIOS ELEVADO POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS

Loaré al Eterno a causa de su justicia. Cantaré el nombre del Eterno, del Muy Alto.

IMAMIAH EXHORTA:

A través de mí las almas se reintegran a su virginidad;

Yo soy aquel que acoge a los que llegan

cansados de su humano peregrinaje,

llamando a la puerta del Eterno.

Son almas que piden ropas, piden alimentos,

porque han dejado de gustarles los manjares que llenan sus alforjas

y en mí encuentran una nueva materialidad.

Yo soy, peregrino, la puerta estrecha;

soy el ojo de la aguja

que sólo aquellos que lo abandonan todo consiguen atravesar.

Si logras pasar por esta puerta,

te verás a salvo de todo peligro

y nada podrán contra ti tus perseguidores.

Por lejos que estés de mis dominios,

basta con que sientas mi nostalgia

para que yo ponga a tu disposición

el vehículo que ha de propiciar tu regreso.

Desde la eternidad, te tiendo la mano

para conducirte a las filas del Pueblo elegido.

ORACIÓN A IMAMIAH:

IMAMIAH:  Señor, haz que mis enemigos comprendan

que ya no formo parte de su mundo;

diles que me he quemado con tu fuego

y que ya no puedo cumplir las promesas

que mi personalidad material contrajera un día.

Libérame, Señor,

de las responsabilidades de mi pasado profano

y ayúdame a retornar a la celestial morada,

para volver al mundo cargado con tus pesos y medidas

y construir en él tu Edén.

Quiero ser el operario consciente de la construcción de tu mundo,

el edificador iluminado de tu santuario.