58. ANGEL YEIALEL

ANGEL YEIALEL: Pertenece al Coro de los ARCÁNGELES, a las órdenes de MIGUEL.

Domicilio: De 15º a 20º de CAPRICORNIO.

Es el ángel custodio de las personas nacidas del 6 de enero al 10 de enero.

Las fechas en las que se puede obtener un mejor contacto son: del 6/1 al 10/1, del 20/3 al 23/3, del 31/5 al 4/6 del 12/8 al 16/8 y del 24/10 al 28/10.

YEIALEL . La persona nacida bajo su influencia se distinguirá  por su bravura y su franqueza.

Lo que se puede obtener de YEIALEL:

Curación de las enfermedades y del "mal de ojo".

Combate la tristeza, da consuelo contra las penas.

Confunde a los malvados y a los falsos testigos.

Aporta soluciones lógicas a los problemas concretos de la vida.

Protege contra la cólera y el deseo de acabar con todo.

ATRIBUTO: DIOS QUE ATIENDE LAS GENERACIONES.

Mi alma está turbada. Y Tú, Eterno ¿Hasta cuándo tendré que esperar tu socorro?

YEIALEL EXHORTA:

En mí encontrarás unidas, peregrino,

la inteligencia activa y la pasiva,

la que se proyecta en el futuro

y la que contiene la sabiduría del pasado.

Soy el brazo derecho y el izquierdo trabajando al unísono

para que las construcciones materiales tengan un sentido, un objetivo,

para que palpiete en ellas una inteligencia.

Aparte de mi arte, peregrino,

y en todo cuanto hagas encierra una idea,un propósito

que vaya más alla de la realidad material y la trascienda.

Esa idea hará que todo se alce con fuerza

y que se destruya luego por sí mismo

cuando el objetivo de la construcción ya se haya alcanzado

Bajo mi mandato las cosas son como deben ser,

Y así quiero que salgan de ti, sencillas y perfectas 

como lo son las flores.

ORACIÓN A YEIALEL:

YEIALEL: Arma mi brazo, Señor, para que construya

con la mirada fija en la Eternidad.

Que mis edificios sirvan para albergar

la felicidad de los hombres.

Pon mi inteligencia

al servicio de la necesidad real

y no permitas que la utilice

para demostrar la certeza de mis prejuicios.

Que mi combate tenga en todo momento un objetivo útil

a la comunidad a la que pertenezco.

Guárdame, Señor, de la violencia,

y haz que en todo momento sea capaz de ceder

antes de destruir.

Desde lo alto de tu morada,

guarda memoria de mi.